El oscuro futuro de la plaza Casper

Nuestros amigos de Facebook no se duermen, y cada día nos van proponiendo una serie de problemáticas que poco a poco iremos abordando.
Hoy nos quedamos con la Plaza del Ángel, y pasamos a reproducir, literalmente, la reflexión que plantea Miguel Egaña:
"Plaza del Ángel. Muy bonita, sí, pero... ¿Le van a dar alguna funcionalidad? (Espero que no para botellón, que me lo veo venir). ¿Algún banco pondrán, no? ¿O hay algún interés a medio plazo detrás(bar con terraza por ejemplo)? Porque tal cual la han dejado, para poco sirve el buen trabajo realizado (y su correspondiente gasto)".
Efectivamente, la Plaza del Ángel es hoy, meses después de que culminara su urbanización, una plaza fantasma. Porque una plaza también puede ser un solar, sin ninguna instalación adicional y sin ningún mobiliario urbano. Sin una sóla sombra, sin un sólo banco en el que sentarse, sin un sólo columpio, sin ningún aliciente. Sin nada. Sin nadie. Eso, una plaza fantasma en la que se ha invertido mucho dinero y cuyo aprovechamiento, por parte de la población, parece muy limitado.

El caso es que la 'plaza Casper' se ha convertido en un símbolo más de la incapacidad, inutilidad y falta de criterio en la gestión que caracteriza la actividad municipal durante los últimos meses. Y hablando de despilfarros, de fantasmas y fantasmadas y de asuntos sobrenaturales, luego nos da por ahorrar en alumbrado público y dejamos media Jaca a oscuras. Y la catedral, en tinieblas. Y entonces el alcalde se permite el lujo de ser alcalde sólo en el Ayuntamiento, porque fuera del mismo no le apetece ejercer, cuando una señora le intenta hacer partícipe de que las cosas en el pueblo no están funcionando como deberían.
Pero a lo que íbamos. Un espacio así, infrautilizado e infravalorado, es para quitar el sueño. Es para poner los pelos de punta. Es para tirarse de los pelos. Un montón de millones desaprovechados. Un proyecto inútil y un espacio que terminará siendo carne de botellón si no se ponen las medidas necesarias y no se le dota de utilidad. El futuro de la 'plaza Casper' es oscuro, aunque los responsables municipales no quieran verlo, porque el problema, como las brujas, haberlo, haylo.